Las diferentes plantaciones Los climas crean diferencias entre los distintos bosques: en los tropicales encontramos, por ejemplo, muchas especies (ocumes, tecas, etc.) que no existen en los de las zonas templadas, más homogéneos y poblados, entre otras especies, de pinos, robles, hayas y abedules. También influyen sobre las plantaciones la altitud y la naturaleza del suelo: en las regiones montañosas crecen los abetos del Norte y los abetos simples, mientras que en la llanura abundan los robles, fresnos, arces, etc. Según los diferentes tipos de suelo, crecerán unas especies u otras: álamos en suelos arcillosos y pinos negros en suelos calcáreos. Pueden existir diversos tipos de plantación: el monte bajo es un conjunto de árboles jóvenes que se han reproducido por medio de nuevos brotes de los troncos. Está formado por diversas especies frondosas (robles, carpes u ojaranzos, castaños y abedules) y su explotación dùra de veinticinco a treinta años. Produce madera para calefacción, para pasta de papel, para estacas y postes, etc. El monte alto está formado por árboles grandes procedentes de semillas. La reproducción por medio de semillas se debe mejorar, dejando claros que permitan un desarrollo más vigoroso y más rápido. Los principales árboles del monte alto son los robles y hayas, o bien los abetos del Norte, los pinos y los abetos normales. Se explotan, generalmente, entre 80 y 150 años, y proporcionan madera de excelente calidad para armaduras de edificaciones, muebles, etc. Algunos bosques presentan una mezcla de monte alto y bajo, pero esta situación, muy extendida, no se adapta a la demanda en los países industrializados.