No es inventor quien quiere… Se cuentan en la actualidad más de 750.000 peticiones de patente anuales en todo el mundo. Patentes que no se conceden siempre, pues, para ser patentable, un invento debe responder favorablemente a determinado número de criterios. En primer lugar, debe presentar un carácter de novedad, implicar una actividad inventiva con relación al estado de la técnica y ser susceptible de aplicación industrial. Una idea que no consistiese más que en la enunciación de un problema, como «captar la fuerza de las mareas» o «utilizar al máximo el calor solar», no es protegible en absoluto. Lo mismo ocurre con los planteamientos financieros, respecto a las propiedades nuevas de cuerpos ya conocidos, con relación a determinados productos farmacéuticos, y en lo referente a toda invención que sea contraria a las leyes, a las buenas costumbres y a la seguridad pública.